sábado, 4 de febrero de 2017

EL DESPERTAR Y EL OLVIDO



El alma nos habla en sueños. Despertamos y solemos perder lo que nos ha dicho. A veces, quedan unas imágenes o el incompleto metraje de una historia sin sentido. Lo mismo sucede al nacer, que es como despertar de otro sueño. Lo olvidamos todo y empezamos a forjar nuestra mente partiendo de cero. Tabula rasa. Posiblemente lo más humano que hay en nosotros sea el intuir, conforme pasan los años, el paraíso perdido del que todos procedemos. Si la mente que construimos en el mundo terreno se constituye en la única verdad de nuestras vidas, habrá que esperar a la muerte para conocer el significado que tuvo nuestro esfuerzo por estar vivos.
El alma nunca falta a su cita. El alma nos hace estar donde no estamos.
Han pasado diez minutos desde que empecé a escribir este texto. Pero su idea motriz tiene más de dos mil años. Las líneas palpan con la mano ausente, vislumbran con los ojos ciegos. Y mi soberbia al tratar este tema ha ido demasiado lejos para dejarme en el mismo sitio.

Ricardo García Nieto.